Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de junio, 2008

LA LEY DE MURPHY

Nombrada así por Edward A. Murphy Jr., un ingeniero de desarrollo, que trabajó por un breve periodo en experimentos con cohetes sobre rieles hechos por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en 1949. ¿Alguna vez han sentido que todo les sale mal? ¿Y cuando ya les ha ido suficientemente mal recién descubren que es sólo el inicio? El optimista piensa: “después de todo lo que me pasó ya no me puede ir peor”. ¡Error! ¡Siempre te puede ir peor! Me preparo una tostada con mantequilla. Ya hice hígado porque descubrí que era lo único que había en el refrigerador pero como no estoy dispuesto a malograrme el día pienso que nadie me va a impedir disfrutar de una sencilla tostada con mantequilla de verdad. De pronto Murphy, omnipresente, se encarga de que la tostada resbale de mis manos. Cae lentamente. Si me apuro la podré alcanzar antes que termine su trayectoria hasta el suelo sucio de mi cocina. Hago mi mejor esfuerzo sólo para darle el empujón final que, además, hace que en vez de caer con la

LOS EJES CONTROL-CONEXIÓN Y MENSAJE-METAMENSAJE

Hace poco leí un libro de Deborah Tannen, autora a la que alguna vez he citado. El libro (que recomiendo) se llama “¡lo digo por tu bien!” y la versión en castellano está editada por Editorial Paidos de España. El presente artículo puede considerarse una revisión del primer capítulo del libro desde mi experiencia en psicoterapia psicoanalítica de parejas y familias. ¿No les ha sucedido alguna vez que un aparentemente inocente comentario de una persona cercana (normalmente la pareja, la madre o un hermano) los ha hecho sentir tremendamente mal? Peor aún, después del comentario bomba siempre sigue el remate: “pero por qué lo tomas a mal si tú sabes que lo digo porque te quiero”. Veamos el siguiente ejemplo: Alma y Alberto están casados desde hace 15 años. Tienen dos hijos en edad escolar a los que Alma atiende amorosamente levantándolos por la mañana y preparándoles la lonchera desde muy temprano antes que los recoja la movilidad. Un día que Alberto se despertó antes de lo que suele hace

EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL MESSENGER

Será por esa inevitable costumbre de teñir de humanidad hasta la tecnología más fría, que desde la aparición del Internet como medio de comunicación y búsqueda de información también apareció una nueva forma de contactar entre las personas. Uno de los productos más vendidos en Internet, conjuntamente con el sexo, es el sueño de la pareja ideal, el amor de tu vida, la media naranja o el alma gemela. Un amigo psicoanalista me decía que las páginas buscapareja en Internet le hacían recordar a aquellas fiestas a las que solíamos asistir de adolescentes en las que un “¿quieres bailar?” rompía el hielo de chicos por un lado y chicas por el otro. El salón de baile es ahora, a decir de mi amigo, el sitio web lleno de perfiles y fotos (algunas tomadas en estudio expresamente para tal fin) y el “quieres bailar” ahora tiene el formato electrónico de un guiño o un correo, con la finalidad de poder acercarse a la nueva pista de baile llamado Messenger. “¿Dónde lo conociste?”, preguntan hoy en día